Alrededor de unos 30 estadounidenses han llegado a Cuba en el primer
viaje que realiza un grupo de ciudadanos de esta nacionalidad al amparo de la
nueva legislación del país norteamericano sobre los viajes de sus nacionales a
la isla gracias a la
apertura que llevó a cabo en enero el presidente norteamericano, Barack
Obama, tendente a facilitar los viajes entre Estados Unidos y
Cuba.
Según la compañía Insight Cuba, que ha organizado el primer viaje, cualquier norteamericano puede viajar a Cuba, siempre que se inscriba en uno de los programas aprobados por el gobierno de Estados Unidos en enero y comprar un paquete turístico a la venta en esta web.
Sin embargo, los congresistas estadounidenses
insisten en que los norteamericanos deben saber que los viajes como turistas a
la isla están prohibidos, y que sólo algunas agencias de viaje cuentan con la
licencia del Departamento del Tesoro y su oficina de control de activos
extranjeros, conocida por las siglas OFAC, según
indica Marti Noticias.
El primer
grupo de estadounidenses ha visitado centros para ciegos, clínicas, museos de
arte, asistieron a presentaciones musicales y a las plantaciones de tabaco;
además han recorrido las calles de la Habana Vieja, en una impresión inicial de
la fruta prohibida que ha sido Cuba durante cinco décadas bajo el embargo
comercial de Estados Unidos.
En lo que
queda de año, unos 100.000 estadounidenses viajarán a Cuba valiéndose de la
nueva legislación, según las estimaciones del director de la Fundación para la
Reconciliación y el Desarrollo de las relaciones bilaterales, John McAuliff.